No siempre lo que deseamos es lo que necesitamos o lo que nos conviene.
Normalmente el deseo va unido a la trampa de tapar nuestra verdadera necesidad y crearnos una superficial que nos haga no entrar en contacto con aquella, la profunda y verdadera.
Si deseas algo, si quieres algo, medita, piensa y antes de actuar vuelve a hacerlo, pregúntate si de verdad es eso lo que quieres.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario