miércoles, 7 de mayo de 2008

El artista


Hace poco decía Adriana Ozores, al referirse a la actuación en una entrevista, que había un salto muy grande entre hacerlo bien y hacerlo mal pero que había un salto infinitamente mayor entre hacerlo bien y hacer arte.
Me parece una verdad enorme, algo que muchos creemos en esta profesión (aunque son mucho más los que ni se lo plantean), que muchos predicamos y que muy pocos practican o se acercan al trabajo con ello en mente o como prioridad. Tengo la suerte de haberme formado en una escuela en la que (mejor o peor) me enseñaron e inculcaron el amor a la creatividad.
No dudo que sea difícil y que las circunstancias vayan en contra la mayoría de las veces, que el propio sistema establecido para poder ganarse la vida como actor atenta el 100% del tiempo contra el arte, pero es así para todos y resulta que algunos son capaces de vencer todos sus fantasmas y burlan a la exigencia propia y ajena para ponerse delante de otr@ y contar una historia. Para mí son inspiración, ejemplo y de algún modo héroes.
Una de ell@s es Ana José Bóveda, una de las más bellas almas que he tenido oportunidad de conocer y una persona con un compromiso a prueba de golpes (y mira que han sido duros). Ya hablaré algún día más extensamente de ella, pero no quería dejar de nombrarla pues es fundamental en mi vida.
Quien me ha inspirado hoy es Sascha Montenegro. Puedo decir que si hay alguien con miedos ese es Sascha, pero me emociono al pensar todo lo que ha conseguido ya y donde se encuentra. Él diría que eso no es nada, que en que se traduce todo lo que ha hecho, que está igual o peor que hace diez años, que al menos entonces tenía la fuerza y las ganas de cambiar las cosas y que ahora se acobarda a la primera, que… en fin todo un paranoico. La verdad es que está donde a mí me gustaría estar en algún momento de mi vida, encima de un escenario, contando historias propias que trascienden lo particular y con la certeza de que siempre será así porque no puede ser de otra manera, por más copas que tenga que poner o llamadas en un call-center tenga que atender entre montaje y montaje. Igual que me encantaría compartir set alguna vez con Ben Kingsley, espero algún día subirme a un escenario con Sascha, para mí sería un verdadero honor.
Hoy se sube al escenario del Teatro del Mercado de Zaragoza y animo a que cualquiera que tenga la posibilidad se acerque a ver al menos uno de los tres espectáculos ("El Camarero", "Escuela de Machos" y "Viejos") que representará en estas dos semanas siguientes y si se puede, ver los tres porque no tienen desperdicio y son el claro ejemplo de la evolución de un artista. El teatro, lugar necesario para cualquier ACTOR/ACTRIZ hoy nos brinda la, por desgracia escasa, oportunidad de ver ARTE.
¡Mucha Mierda!